Aprovechando los dos días de otoño que hubo este año, cogimos nuestras mochilas y nos fuimos a dar un paseo por la zona de Silleda, para hacerle una visita a la “Fervenza do Toxa”, la cascada más grande de Galicia, con una caída de unos 60 metros. No es que en estos días lleve demasiada agua, dado que no había llovido mucho, pero aun así impresiona.
La ruta que hicimos empieza en el Mosteiro de Carboeiro hasta llegar a la cascada. No es que sea
demasiado larga (a menos que la información de ruta que lleves te haga
dar vueltas y vueltas por el medio del monte).
También se puede llegar
en coche hasta el mirador, pero se pierde todo el atractivo de la
caminata acompañando al río Deza, que también es impresionante.
Aquí alguna fotos, que como siempre, desmerecen completamente a lo que se ve en vivo.
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